El pasado mes de diciembre, en el ultimo día de clases antes de la Navidad, una gran compañera, mejor amiga y excelente maestra colgaba «la tiza» para siempre. Nuestra Charo, Charo Garraza, alcanzaba ese nuevo estatus que sólo se consigue tras muchos años de experiencia, de mucho trabajo, de muchos sinsabores y tremendas alegrías. Charo comenzaba su particular «jubileo», que de ahí deriva la palabra jubilación. Júbilo que comenzó con una gran comida en la que nos juntamos muchos compañeros, los de ahora y los de antes. Caras conocidas que querían rendir un pequeño tributo a nuestra compañera en su último día de trabajo oficial. Ni qué decir tiene que se vivieron momentos emotivos, cargados de recuerdos y de cierta nostalgia, pero que  a buen seguro sirvieron para abrir paso a un nuevo camino pleno de júbilo, de nuevas espectativas y de grandes proyectos que a partir de ahora podrán llevarse a cabo. Suerte, amiga Charo, y que disfrutes de este nuevo periodo que se abre en tu vida que, a buen seguro, estará pleno de satisfaciones. A los que nos toca seguir en la brecha, sabes que echaremos en falta tu cordura, tu tranquilidad y tu buen hacer con los alumnos. Ejemplo a seguir que deja huella. << ver más fotografías>>